Argentina rompe con la OMS y dinamita el viejo sistema de salud: "No más burocracia sin evidencia"
En una decisión de amplio impacto, el Ministerio de Salud de Argentina comunicó una transformación de fondo en su estructura sanitaria, acompañada de la desvinculación del país con la Organización Mundial de la Salud (OMS). La resolución fue comunicada oficialmente tras el arribo del secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., quien realizó una visita protocolar al país.
La iniciativa, encabezada por el ministro Mario Lugones, propone abandonar el enfoque tradicional orientado al tratamiento de enfermedades para adoptar un modelo proactivo enfocado en la prevención, sustentado en datos verificables y con énfasis en el bienestar de las personas.
Entre los cambios anunciados, se destacan los siguientes ejes:
- Reestructuración institucional: Se llevará a cabo una auditoría sobre organismos públicos de salud, con la finalidad de suprimir estructuras redundantes y mejorar la eficiencia operativa.
- Desvinculación de la OMS: El país romperá lazos con la entidad global, a la que se le atribuyen decisiones guiadas por fines ajenos al interés sanitario, afectando la autonomía de las naciones. Se invitó al resto del mundo a reflexionar sobre el papel actual de estos organismos multilaterales.
- Regulación de aditivos alimentarios: Se promoverá una normativa más estricta sobre componentes industriales utilizados en productos comestibles, principalmente por su influencia en enfermedades infantiles.
- Evaluación de procesos de aprobación médica: Se revisarán los criterios utilizados para la habilitación rápida de fármacos costosos. El documento enfatiza la necesidad de decisiones respaldadas por pruebas concluyentes.
- Normas estrictas sobre vacunas: Se aplicarán controles más exigentes en los procesos de desarrollo, autorización y seguimiento de vacunas, con el objetivo de fortalecer la confianza ciudadana.
La cartera sanitaria reafirmó su compromiso con las campañas de inmunización avaladas científicamente, subrayando que “revisar no significa rechazar, sino exigir mayor calidad en la evidencia”.
Este viraje fue presentado como un nuevo modelo centrado en la libertad, la transparencia y la anticipación, con la meta de resguardar la salud pública mediante fundamentos científicos y sin reproducir estructuras ineficaces.
