La Brújula del Calendario: ¿Por Qué Argentina Festeja a la Madre en Octubre y No en el Clásico Mayo Global?

Un viaje milenario que va desde la Grecia pagana y la fe cristiana hasta las luchas obreras en Estados Unidos. Descubrí el origen de la fecha que, cada tercer domingo de octubre, se convierte en el epicentro del afecto familiar en Argentina.
Hay tradiciones que se anclan en el alma de un pueblo, y la del Día de la Madre en Argentina es un misterio con sabor a historia antigua y fe profunda. Mientras la mayoría del mundo se alinea con el hemisferio norte y lo celebra en mayo, en el sur, bajo el influjo de la primavera, nuestro país dedica el tercer domingo de octubre a la figura materna. Esta diferencia, lejos de ser un capricho, teje un relato que vale la pena desentrañar.

De Diosas Paganas a la Maternidad Divina
El origen de esta celebración se hunde en la bruma de la antigüedad, donde la veneración a las diosas-madre era un rito de fertilidad y vida.
- En la antigua Grecia, la fiesta se rendía a Rea, la madre de la primera generación de olímpicos, incluyendo a Zeus, Hera y Hades.
- Los romanos, en una sintonía similar, honraban a Cibeles, la diosa de la madre tierra y la fertilidad, siempre en esta época del año.
El cristianismo, con su infinita capacidad de resignificación, tomó estas corrientes paganas y las asoció a la figura central de María, Madre de Dios. Originalmente, la festividad de la Divina Maternidad se celebraba alrededor del 11 de octubre.

Fue esta ligazón litúrgica la que marcó la senda argentina. Para garantizar que todos los hijos y las familias pudieran reunirse y agasajar a sus madres sin el obstáculo del trabajo, el festejo se trasladó al domingo posterior, quedando finalmente fijo como el tercer domingo de octubre.
El Contraste del Origen Comercial: La Lucha Social de Mayo
La fecha de octubre diferencia a Argentina del origen más extendido y comercial del mundo, que se celebra en mayo y tiene su raíz en Estados Unidos.
Este origen estadounidense, aunque hoy envuelto en marketing, es de una validez social ineludible. A principios del siglo XX, una mujer llamada Anna Jarvis lideró una campaña con una misión clara: rendir homenaje a su madre, y con ella, visibilizar y crear conciencia sobre las pésimas condiciones laborales y sanitarias que padecieron muchas mujeres, como enfermeras y servidoras, durante la Guerra de Secesión (1861-1865).

Tras la muerte de su madre, Anna (quien llevaba el mismo nombre) impulsó la iniciativa que cobró fuerza en Grafton, Virginia. La campaña fue tan potente que, en 1914, el presidente Woodrow Wilson firmó un proyecto de ley, instalando la fiesta nacional el segundo domingo de mayo. Este modelo fue adoptado por la mayoría de los países del mundo, pero Argentina mantuvo su senda de octubre.

El Mundo y Sus Madres: Un Mosaico de Conmemoraciones
La figura materna es tan universal que el festejo encuentra razones y fechas únicas en cada rincón del planeta:
- Panamá lo celebra el 8 de diciembre, por la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
- Costa Rica lo hace el 15 de agosto, en honor a la Asunción de Jesús a los Cielos.
- En Bolivia, el 27 de mayo conmemora a las Heroínas de la Coronilla, un grupo de mujeres que lucharon por la Independencia en 1812.
- Inglaterra lo asocia a una antigua tradición del siglo XVII donde los niños, al trabajar fuera de casa, volvían a visitar a sus madres a mitad de la Cuaresma, el cuarto domingo.
En definitiva, la fecha que elegimos en Argentina es la culminación de un viaje histórico que prioriza la comodidad del encuentro familiar dominical y mantiene viva la memoria de una antigua celebración religiosa. Razones distintas, pero todas igualmente válidas para entronizar a las mujeres que nos dieron la vida y nos forjaron.