El Laberinto Espert-Machado: ¿Un Vuelo con Destino a la Polémica? El nexo que sacude a La Libertad Avanza

Hay historias que no se cuentan en el café de la tarde, sino que viajan en el silencio de los aviones privados y se revelan bajo el frío reflector de un tribunal. En el fragor de la carrera electoral, donde cada voto es un susurro al futuro, un fantasma del pasado vuelve a sobrevolar la figura de José Luis Espert, el economista que hoy se alinea con La Libertad Avanza (LLA).
El nombre que resuena, como un eco persistente, es el de Federico “Fred” Machado. Si usted lo escuchó, pero el detalle se le escapa, piense en él como en una pieza oscura de un puzzle internacional que, de pronto, apareció en el camino de un candidato a diputado.

Machado es un argentino de 57 años, vinculado al mundo de la aviación. Pero su nombre no está hoy en las tapas por negocios exitosos, sino por una causa grave en la Justicia de los Estados Unidos: un tribunal de Texas lo acusa directamente de tráfico de drogas, fraude y violaciones en el registro de aeronaves. Actualmente, Machado no está en el país del norte, sino detenido en su casa de Argentina, esperando una definición judicial sobre su extradición.

El Vuelo de la Polémica: La relación se remonta a la campaña presidencial de 2019. Espert viajó a Viedma para presentar su libro y, en un acto público, agradeció a “Fred Machado por el excelente vuelo que hemos tenido”. El uso de un avión privado de Machado es el centro del escándalo.

Los adversarios políticos, con Jorge Taiana y Juan Grabois a la cabeza, no tardaron en tomar vuelo con esta información. Lo acusan directamente de haber sido financiado en su campaña por un hombre hoy bajo la mira internacional por narcotráfico. De hecho, la polémica se reavivó tras conocerse una supuesta denuncia que probaría un giro de US$ 200 mil de Machado a Espert en 2020, meses después de la campaña.

La Versión de Espert: El candidato, que busca renovar su banca, se defendió de las acusaciones, calificándolas de “campaña sucia”. Su versión es simple: lo conoció en un encuentro empresarial, este se declaró admirador de sus ideas y le propuso organizar la presentación de su libro en Viedma. “Él organizó la presentación de mi libro y esa fue toda mi relación con él,” sostuvo Espert, aclarando que si hubiera sabido quién era realmente Machado, jamás le habría agradecido.
En el centro de la tormenta, el presidente Javier Milei salió a defender a su candidato, desestimando las acusaciones como “chimentos de peluquería, operaciones para ensuciar”.

El Expediente en la Justicia Electoral: Más allá de las acusaciones políticas, la Justicia Electoral también puso la lupa. El partido de Espert (Unite por la Libertad y la Dignidad) no declaró aportes privados de Machado en sus informes de campaña de 2019. Esta omisión, junto a otras irregularidades, llevó a la jueza María Servini a suspender de forma cautelar los aportes públicos al partido y, finalmente, a no aprobar sus rendiciones, dictaminando la pérdida del derecho a recibir fondos públicos por una elección.
El círculo judicial se cierra con un dato no menor: el abogado que representó a Machado en su proceso de extradición fue Francisco Oneto, hoy también defensor de Javier Milei. Un detalle que, para muchos, dibuja un mapa de vínculos que va más allá de un simple agradecimiento por un vuelo.
La madeja de esta historia sigue abierta, con Machado esperando la extradición y Espert intentando despegar su candidatura de la sombra de un empresario que la Justicia de EE. UU. considera un eslabón en el tráfico internacional de drogas. Un nuevo capítulo en la política argentina donde los negocios turbios y las aspiraciones electorales viajan, a veces, en el mismo avión.
