Fentanilo: el arma invisible que avanza en silencio
Ya son 33 los muertos por consumo de drogas adulteradas en Santa Fe y Buenos Aires
En apenas unas semanas, la cifra de fallecidos por consumo de drogas contaminadas con fentanilo asciende a 33 personas en distintas zonas del país, principalmente en Santa Fe, Ciudad y Provincia de Buenos Aires. Así lo confirmó un reciente informe de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos G. Malbrán”, encendiendo una alarma sobre una sustancia que es tan potente como letal.

¿Qué es el fentanilo?
El fentanilo es un opioide sintético, desarrollado originalmente para tratar dolores intensos, sobre todo en pacientes con cáncer o en situaciones de cuidados paliativos. Su potencia es 50 veces mayor que la morfina y 100 veces superior a la heroína. Por eso, su uso médico está estrictamente regulado. El problema surge cuando esta sustancia se filtra al mercado ilegal, mezclada con otras drogas, muchas veces sin que el consumidor lo sepa.

¿Cómo actúa?
El fentanilo afecta directamente al sistema nervioso central, provocando una intensa sensación de euforia. Sin embargo, esa potencia también puede deprimir la función respiratoria de manera abrupta, causando asfixia y muerte en pocos minutos. La sobredosis puede ser tan repentina que muchas veces no hay tiempo para pedir ayuda.

¿Por qué se mezcla con otras drogas?
En el circuito ilegal, el fentanilo se usa para potenciar los efectos de drogas como la cocaína, el paco o el éxtasis. Es barato, fácil de transportar en pequeñas cantidades y altamente adictivo. Pero esa mezcla es una bomba de tiempo: incluso una cantidad equivalente a dos granos de sal puede ser mortal.

El caso argentino
El informe del Malbrán identificó que las víctimas fatales consumieron sustancias contaminadas con fentanilo sin saberlo. Las muertes se distribuyen en sectores vulnerables de Santa Fe, el conurbano bonaerense y barrios populares de la Capital Federal, donde el acceso a la atención médica es limitado y el tráfico de drogas muchas veces opera impunemente.
¿Hay forma de prevenirlo?
En países como Estados Unidos, donde la crisis del fentanilo ya causó decenas de miles de muertes, se ha implementado el uso de naloxona, un antídoto que revierte los efectos de una sobredosis si se administra a tiempo. En Argentina, su disponibilidad aún es limitada y no forma parte del protocolo habitual de emergencias.
Un drama silencioso
El fentanilo no grita. Mata en silencio. Entra como un refuerzo, pero se convierte en verdugo. La ausencia de controles, la negligencia del narcotráfico y la vulnerabilidad social se combinan para formar un cóctel mortal que ya se cobró más de 30 vidas, y puede seguir creciendo si no se actúa de forma urgente.


